domingo, 2 de marzo de 2014

150 Palabras: Amistad (Ventana, Tejado, Flauta)


Su cama estaba junto a la ventana y ésta ejercía de cordón umbilical entre el mundo exterior y él. Cuando tenía los ojos cerrados los sonidos hacían de banda sonora de sus días. Cuando los tenía abiertos la película era completa. Los pájaros revoloteando por el cielo en busca de un árbol al que llamar hogar. El sonido de los coches, en los que él imaginaba cómo los padres llevaban a los niños en la escuela.
Había algo más que llenaba sus días. Siempre puntual, a las cinco y media de la tarde, su amigo Juan se subía al tejado de su casa, dónde sabía que su amigo Pablo podría verle y tocaba la flauta. Era una muestra de amistad, de amor incondicional, entre dos niños que se conocían desde los dos años. Una muestra diaria desde que Pablo tuvo el accidente que lo dejo postrado en esa maldita cama.

14 comentarios:

  1. Qué triste y desgraciadamente real... Qué duros nos creemos y qué endebles somos en realidad.

    ¡Nos hemos empeñado todos en subir a alguien al tejado! Ojalá todos tuviéramos un amigo como Juan.

    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, sospechaba que podría haber ciertas similitudes en los textos. Hoy más que otros días. Pensé en rehacer el mío, pero me gustaba como había quedado, así que lo dejé. :)
      Y es cierto, nos creemos que somos (casi) inmortales, cuando en realidad vivimos "de prestado", porque a la naturaleza le da la gana de dejarnos vivir un poco más.

      Un saludo!!
      PD. Voy a leer los que me faltan

      Eliminar
  2. Esa imagen de postración le da un final duro a ese inicio lírico que nos prometía un dulce viaje por la imaginación.

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin duda. Me gusta "jugar" así con los textos. He de reconocerte, Nel, que aún había pensado que fuera más duro el final, cuando estaba dandole vueltas a las ideas, antes de sentarme a escribirlo.

      Un saludo y gracias por pasarte y comentar.

      Eliminar
  3. Es un poco duro, pero muy bonita la amistad entre los niños!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sï, Anya, lo es. Pero, como he dicho en un comentario anterior, lo iba a ser más. Al darle vueltas, antes de empezar a escribir, se me ha ocurrido esta segunda versión.

      Muchas gracias por pasarte y comentar.

      Eliminar
  4. ¿Por qué será que nos ha dado a todos por subirnos al tejado? jajaja curioso..curioso.. muy bonita historia, de maravilla y felicidad ante las pequeñas cosas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya me olía que habría ciertas similitudes en los textos, jeje.
      Me alegra que te haya parecido bonita la historia.

      Muchas gracias por pasarte y comentar.
      Un saludo!

      Eliminar
  5. Triste, aunque ya me imaginaba por donde iba. Pero que lindo tener un amigo como Juan.

    Vanesa

    Una Bruja y sus dos Sapitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La buena amistad siempre suele muy reconfortante.
      Gracias por pasar por el blog y comentar, Vanesa.

      Eliminar
  6. Bravisimo, fabulosa muestra de amistad!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Marta. Me estoy enviciando con esto de las 150 palabras, por tu culpa... jajaja.

      Eliminar
  7. Muy bonito y en cuanto a lo de enviciarte, ya me lo contarás dentro de unas semanas o meses. Es una verdadera adicción. Luego si quieres te presento a unas justas de micros a las que puedes ir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Ricardo. Además de enviciarme, me está sirviendo para desengrasar un poco a la musa (o a la neurona), jeje.
      ¿Justas? ¿A qué te refieres?

      Eliminar