viernes, 6 de diciembre de 2013

En La Carretera (2): Rumbo a Lennoct

La historia comenzó aquí



Hoy hace un año que empecé mi viaje. Un año que abandone mi hogar, lo recuerdo perfectamente, bien lo sabe Dios que sí, porque hoy era el cumpleaños de mi madre. Un año... Hace un año que soy huérfano. Mi madre no pudo soportar la muerte de mi padre y me dejaron huérfano. Y yo tuve que partir, sí señor, tuve que hacerlo. Aquel pueblo no era para mí, bien lo sabe Dios que no. Allí, en Sinker, nadie me entendía. No comprendían mi don, no se dejaban ayudar, no señor, no lo hacían. Y tuve que partir. Coger el coche y salir al mundo, a compartir mi habilidad con los demás. No soy egoísta, bien lo sabe Dios que no, por eso tenía que abandonar mi hogar, partir a nuevos lugares dejados de la mano de Dios y ayudarles, sí señor, eso era lo que tenía que hacer.


Y eso estoy haciendo, y muy bien, sí señor, muy bien. En un año no he cometido un sólo error. Mi don funciona perfectamente, bien lo sabe Dios que sí, y con él he podido ir ayudando a mucha gente allá por dónde he ido pasando. Crimson Town, Silver City, Sellington, Greyfield... Todos ellos quedaron atrás. Ahora se me abren nuevos horizontes, vaya que sí. Ahora sí tengo un rumbo, tengo un destino predeterminado, bien lo sabe Dios que sí. Lo vi claro en Sellington, muy claro. Hoy abandono Blackmore, con la satisfacción del trabajo hecho, sí señor, y bien hecho, vaya que sí. La abandono con la mirada puesta en el siguiente pueblo donde poder continuar mi tarea, mi ardua tarea. Abandono Blackmore rumbo a Lennoct, bien lo sabe Dios que sí.


Continúa aquí...

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